viernes, 23 de abril de 2010

Pecados Capitales

Los "Siete Pecados Capitales", también llamados pecados mortales, son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas Cristianas católicas para educar e instruir a los seguidores sobre moralidad. La Iglesia católica romana divide los pecados en dos categorías principales: "veniales", aquellos que son relativamente menores y pueden ser perdonados a través de cualquier sacramento de la Iglesia; y los pecados "capitales" o "mortales", los cuales, al ser cometidos, destruyen la vida de gracia y crean la amenaza de condenación eterna a menos que sean absueltos mediante el sacramento de la confesión, o siendo perdonados después de una perfecta contrición por parte del penitente. Comenzando a principios del siglo XIV, la popularidad de los Siete Pecados Capitales como tema entre los artistas europeos de la época eventualmente ayudó a integrarlos en muchas áreas de la cultura y consciencia Cristiana a través del mundo.

Listados en el mismo orden usado por Gregorio I, el Magno (c.540(?)-604) en el siglo VI y después por Dante Alighieri en la Divina Comedia (c.1308-1321), los Siete Pecados Capitales son los siguientes: Luxuria, Gula, Avaritia, Acidia, Ira, Invidia y Superbia. Cada uno de los Siete Pecados Capitales tiene un opuesto correspondiente en las Siete Virtudes.

La identificación y definición de los Siete Pecados Capitales a través de su historia ha sido un proceso fluido y, como es común con muchos aspectos de la religión, la idea de lo que cada uno de estos pecados envuelve ha evolucionado con el tiempo. Este proceso ha sido auxiliado por el hecho de que se hace referencia a ellos de una manera incoherente o codificada en la Biblia y como resultado, se han consultado otros trabajos literarios o eclesiásticos para conseguir definiciones de los Siete Pecados Capitales. Purgatorio, la segunda parte de la Divina Comedia, casi ha sido la mejor fuente conocida desde el Renacimiento (c.~1400), aunque muchas interpretaciones y versiones posteriores, especialmente denominaciones más conservativas de los Protestantes Pentecostales, en vez han mostrado la consecuencia para aquellos que cometan estos pecados como un tormento eterno en el Infierno, en vez de la posible purificación a través de la penitencia en el Purgatorio.

La Ira

: Pasión del alma que mueve a indignación y enojo, cólera, mal humor, deseos de venganza, rencores, resentimientos, destrucción, cobardía.

Pasión que hace que nos alteremos y ofendamos sin control, la primera palabra es suficiente para que ofendas sin medir consecuencias, destruye las relaciones humanas a cualquier nivel, es un sentimiento enfermizo y obsesivo; Deseos de venganza sin freno, deseos de golpear y romper cosas, de insultar y de pasar por encima de quien se deje. Odio por el semejante, auque sea un desconocido. Perfeccionismo y critica llevados al los grados mas altos de NEUROSIS.

La Avaricia

Afán inmoderado de atesorar riquezas, un avaro es ambicioso, miserable, mezquino, tacaño, codo ruin, egoísta y usurero.

Es un apego desmedido a los bienes terrenos y materiales, son necesidades ficticias, es el afán de demostrar que somos algo por medio de lo que poseemos, nos convertimos en usureros cuando sacamos ventaja de las necesidades de otros, traición a la conciencia por dinero, Cambias a DIOS por el demonio del dinero. Recuerda que la traición más grande fue por dinero, la de Judas el Iscariote* sea para tener dinero o bienes materiales, esto es robar.

*somos codiciosos cuando pasamos por encima de quien sea y de lo que sea.

Cuando estoy en conciencia, económicamente bien y no doy limosna y/o séptima. Cuando gasto en los desconocidos y en mi casa no hay dinero. Cuando participo en algún ilícito. Cuando no comparto las cosas buenas que la vida me ha dado, sin necesidad de que sean objetos materiales, (conocimientos, alegría, experiencia, amor de DIOS.

La Lujuria

Lujuria (Latín, luxuria)
Artículo principal: Lujuria
La lujuria es usualmente considerada el pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual. La lujuria insatisfecha puede llevar a compulsiones sexuales o sociológicas y/o transgresiones incluyendo (pero no limitadas a) adicción al sexo, adulterio y violación.

El criterio de Dante era el "amor excesivo por los demás," que por consecuencia sería amor y devoción a Dios como un segundo. Sin embargo, la lujuria y el amor son cosas distintas; mientras que un amor genuino y desinteresado puede representar el más alto nivel de desarrollo y sentimiento de comunidad con otros en una relación humana, la lujuria puede ser descrita como el deseo excesivo por la liberación sexual. Entonces, la otra persona puede ser vista como "medio para un fin" para la satisfacción de los deseos del sujeto, convirtiéndose en un objeto en el proceso. En el Purgatorio, el penitente camina entre flamas para purgarse a si mismo de pensamientos lujuriosos.

La Gula

Actualmente la gula o glotonería se identifica como el consumo excesivo de comida y bebida, aunque en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado. Marcado por el consumo excesivo de manera irracional o innecesaria, la gula también incluye cierta formas de comportamiento destructivo. De esta manera el abuso de substancias o las borracheras pueden ser vistos como ejemplos de gula. Los penitentes en el Purgatorio eran obligados a pararse entre dos árboles, incapaces de alcanzar y comerse las frutas colgando de las ramas de estos y por consecuencia se les describía como personas hambrientas.

La Envidia

Envidia/Celos (Latín, invidia)
Artículo principal: Envidia
Como la codicia, la envidia se caracteriza por un deseo insaciable, sin embargo, difieren por dos grandes razones: Primero, la codicia está más asociada con bienes materiales, mientras que la envidia puede ser más general; segundo, aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y que perciben que a ellos les hace falta. Dante define esto como "amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos." En el Purgatorio de Dante, el castigo para los envidiosos era el de cerrar sus ojos y cocerlos, por que habían recibido placer al ver a otros caer.

El Orgullo

Orgullo/Soberbia (Latín, superbia)

Vanitas con su espejo. Pintado por Titian, c. 1515Artículo principal: Soberbia
En casi todas las listas, el orgullo es considerado el original y más serio de los Siete Pecados Capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, fallando en halagar a los otros a pesar de que lo merezcan y mostrando un amor excesivo por uno mismo (especialmente manteniéndose fuera de un lugar apropiado con respecto a Dios). La definición de Dante es "amor por uno mismo pervertido al odio y desprecio por el vecino de uno." En la obra medieval de Jacob Bidermann, Cenodoxus, la soberbia era el peor de los pecados y llevaba a la condenación inmediata del famoso Doctor de Paris, Cenodoxus. En el que es posiblemente el ejemplo más famoso, la historia de Lucifer, el orgullo es lo que causaba su caída del Cielo y como resultado su transformación a Satanás. La vanidad y el Narcisismo son grandes ejemplos de este pecado. En La Divina Comedia, el penitente era obligado a caminar con la cabeza agachada mientras era golpeado con un látigo para inducir sentimientos de humildad.